Nadie puede

...yo sí, aveces, gracias.

martes, diciembre 04, 2007

A todo lo que se mueva.

Felipe y Carolina son novios hace algún rato. Ambos laburan cerca y se juntan cada hora de colación a tomar un café con algún entremés. Cuando se reúnen en la esquina discuten donde irán, a Carolina le molesta que Felipe siempre jotee a la mesera que les sirve, pero finalmente siempre decide ir al mismo lugar.

Instalados los atiende la misma niña, piden algún bebestible y torta de chocolate, la favorita de Carolina, de $1.200 pero la mesera siempre trae una porción de $2.400.

Ambos conversan de su futuro, del máximo anhelo de ella que es su casa llena de pendejos haciendo cagás y él es feliz con la idea de hacer las crías. Pero pasa la mesera y Felipe le hace un recorrido visual de los hombros hasta las rodillas, a eso súmale mordida de labio inferior, acto seguido parada de carro de Carolina que le empelota que mire la mesera, sin embargo ella siempre es muy generosa con la propina para la chica del local. Felipe es aguja a tiempo completo, de esos que le hace a todo lo que se mueva , pero le tiene muchas ganas a la mesera hace tiempo, cada vez que Carolina se levanta al baño trata de buscar a la mesera para tirarle algún palo, pero nunca la ve, pa’ mala cuea’ de él, no está.


Un día más caliente que nunca, pretende agarrarse a la mesera de cualquier forma. Llega el momento, siempre antes de irse Carolina se levanta para ir al WC. Felipe se levanta sapiando donde está la mesera para preguntarle su nombre, un lugar , su dirección… y si si le han puesto teléfono, también su numeración. La busca, pero no la verá, está atracando en el baño con su ex pareja, Carolina.